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viernes, 11 de diciembre de 2015

RESILIENCIA. PARA QUÉ SIRVE? NIÑOS Y NIÑAS RESILIENTES.



RESILIENCIA.
YO PUEDO.......


La resiliencia es la capacidad para afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien ante las tragedias, los traumas, las amenazas o el estrés severo.
Ser resiliente no significa no sentir malestar, dolor emocional o dificultad ante las adversidades. La muerte de un ser querido, una enfermedad grave, la pérdida del trabajo, problemas financiero serios, etc., son sucesos que tienen un gran impacto en las personas, produciendo una sensación de inseguridad, incertidumbre y dolor emocional.
Hay personas que son capaces de superar las adversidades con una fuerza que nos parece imposible a los demás, saben sacar de cosas malas, un punto positivo que les ayuda a continuar.
Resurgen como el Ave Fénix.

Pero, ¿cómo lo hacen?
El camino que lleva a la resiliencia no es un camino fácil, sino que implica un considerable estrés y malestar emocional, a pesar del cual las personas sacan la fuerza que les permite seguir con sus vidas frente la adversidad o la tragedia.
La resiliencia no es algo que una persona tenga o no tenga, sino que implica una serie de conductas y formas de pensar que cualquier persona puede aprender y desarrollar.

Características de las personas resilientes
Las personas resilientes poseen tres características principales: 
Saben aceptar la realidad tal y como es;
Tienen una profunda creencia en que la vida tiene sentido;
Tienen una inquebrantable capacidad para mejorar.
Además, presentan las siguientes habilidades:
  • Son capaces de identificar de manera precisa las causas de los problemas para impedir que vuelvan a repetirse en el futuro.
  • Son capaces de controlar sus emociones, sobre todo ante la adversidad y pueden permanecer centrados en situaciones de crisis.
  • Saben controlar sus impulsos y su conducta en situaciones de alta presión.
  • Tienen un optimismo realista. Es decir, piensan que las cosas pueden ir bien, tienen una visión positiva del futuro.
  • Se consideran competentes y confían en sus propias capacidades.
  • Son EMPÁTICOS(AS).  Es decir, tienen una buena capacidad para leer las emociones de los demás y conectar con ellas.
  • Son capaces de buscar nuevas oportunidades, retos y relaciones para lograr más éxito y satisfacción en sus vidas.


El modo de pensar de las personas resilientes
Las percepciones y los pensamientos influyen en el modo como la gente afronta el estrés y la adversidad.
El estilo de pensamiento de las personas resilientes se caracteriza por ser realista, exacto y flexible. Cometen menos errores de pensamiento (como la exageración o sacar conclusiones precipitadamente, sin evidencias que las corroboren) e interpretan la realidad de un modo más exacto que las personas menos resilientes.

Los beneficios de la resiliencia

Las personas más resilientes:
  • Tienen una mejor autoimagen.
  • Se critican menos a sí mismas.
  • Son más optimistas.
  • Afrontan los retos.
  • Tienen más éxito en el trabajo o estudios.

Qué contribuye a que una persona sea más resiliente
  • El apoyo emocional es uno de los factores principales. Tener en tu vida personas que te quieren y te apoyan y en quien puedes confiar te hace mucho más resiliente que si estás solo.
  • Permitirte sentir emociones intensas sin temerlas ni huir de ellas, y al mismo tiempo ser capaz de reconocer cuándo necesitas evitar sentir alguna emoción y centrar tu mente en alguna distracción.
  • No huir de los problemas sino afrontarlos y buscar soluciones. Implica ver los problemas como retos que puedes superar y no como terribles amenazas.
  • Tomarte tiempo para descansar y recuperar fuerzas, sabiendo lo que puedes exigirte y cuándo debes parar.
  • Confiar tanto en ti mismo como en los demás.

Qué necesita un niño(a) para ser resiliente.


LOS NIÑOS Y NIÑAS RESILIENTES POSEEN....
CONTROL INTERNO
SÓLIDA AUTOESTIMA
CONTROL DE IMPULSOS
TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN
APRENDEN DE LOS ERRORES
ENFRENTAN MEJOR LOS CONFLICTOS.
ACTITUD ORIENTADA HACIA EL FUTURO
OPTIMISMO.
MAYOR COEFICIENTE INTELECTUAL.
CAPACIDAD EMPÁTICA
BUEN SENTIDO DEL HUMOR.

Según la autora E. Grotberg, son necesarias estas tres habilidades para conseguir un niño resiliente.
 Yo tengo (apoyo externo)

1. Una o más personas dentro de mi grupo familiar en las que puedo confiar y que me aman sin condicionamientos, es decir, de forma incondicional;
2. una o más personas fuera de mi entorno familiar en las que puedo confiar plenamente;
3. límites en mi comportamiento;
4. personas que me alientan a ser independiente;
5. buenos modelos a imitar;
6. acceso a la salud, a la educación y a servicios de seguridad y sociales que necesito; y
7. una familia y entorno social estables.

Yo soy (fuerza interior)

1. Una persona que agrada a la mayoría de la gente;
2. generalmente tranquila y bien predispuesta;
3. alguien que logra aquello que se propone y que planea para el futuro;
4. una persona que se respeta a sí misma y a los demás;
5. alguien que siente empatía por los demás y se preocupa por ellos;
6. responsable de mis propias acciones y acepto sus consecuencias;
7. segura de mí misma, optimista, confiada y tengo muchas esperanzas.


Yo puedo (capacidades interpersonales y de resolución de conflictos)

1. Generar nuevas ideas o nuevos caminos para hacer las cosas;
2. realizar una tarea hasta finalizarla;
3. encontrar el humor en la vida y utilizarlos para reducir tensiones;
4. expresar mis pensamientos y sentimientos en mi comunicación con los demás;
5. resolver conflictos en diferentes ámbitos: académico, laboral, personal y social;
6. controlar mi comportamiento: mis sentimientos, mis impulsos, el demostrar lo que siento, y ;
 7. pedir ayuda cuando la necesito.

Según Grotberg para que un niño sea resiliente, no es necesario que estén presentes todos estos rasgos, pero uno solo no basta. 
Un niño puede ser amado (Yo tengo), pero si no tiene la fortaleza interna (Yo soy) o las habilidades interpersonales (Yo puedo), ese niño no podrá ser resiliente. 
Un niño puede tener una alta autoestima (Yo soy), pero si no sabe cómo comunicarse con los demás o cómo resolver problemas (Yo puedo) y no tiene a nadie con quien contar (Yo tengo), ese niño no es resiliente. 
Un niño puede tener gran habilidad verbal y hablar correctamente (Yo puedo), pero si no siente empatía (Yo soy), o no posee buenos modelos de los cuales aprender (Yo tengo), no hay resiliencia. 



  Consejos para desarrollar la resiliencia en niños y adolescentes.


Establecer relaciones.

Enséñale cómo hacer amigos, inclusive la capacidad de sentir empatía, o de sentir el dolor del otro. En la escuela, hay que estar atento al hecho de que ningún niño esté aislado. Relacionarse con las personas brinda apoyo social y fortalece la resiliencia.


Ayudar a otros.
Ayudar a otros puede permitirle a los niños superar la sensación de que no pueden hacer nada. 
 En la escuela, realice una sesión creativa con los niños buscando maneras de ayudar a los demás.


Mantener una rutina diaria
Respetar una rutina puede ser reconfortante para los niños, en especial para los más pequeños que anhelan estructuras en su vida. 


 Cuidar de sí mismo

Alimentar una autoestima positiva

En la escuela, ayuda a los niños a ver cómo los logros individuales contribuyen al bienestar de la clase como un todo.

Aceptar que el cambio es parte de la vida

Los cambios pueden a menudo ser terribles para los niños y adolescentes.Ayudarle  a ver que el cambio forma parte de la vida y que se puede reemplazar con nuevas metas a aquéllas que puedan haberse convertido en inalcanzables.
En la escuela, señale cómo los estudiantes cambiaron a medida que cambiaban de curso y analizar cómo ese cambio ha tenido un impacto sobre ellos.



MAR A. SILVA. (Varias fuentes...)