LAS ABEJAS.
Los ápidos (Apidae) son una familia de himenópteros apócritos; constituyen un numeroso grupo de abejas que incluye a la abeja melífera o doméstica, a las abejas sin aguijón, las abejas de las orquídeas, las abejas parásitas, los abejorros y abejorros carpinteros además de otros grupos menos conocidos.
Muchas son abejas sociales. El comportamiento social parece haber evolucionado independientemente en más de un grupo. En las sociedades de abejas hay distintas castas, con una reina (o reinas) que se dedica a la reproducción y numerosas obreras, no reproductivas que hacen todas las tareas de mantenimiento del nido. Además están los machos o zánganos cuya función es fecundar a la reina.
La colmena es la vivienda de una colonia de abejas. Las colonias de abejas pueden llegar a contener hasta 80.000 individuos, y está constituida por tres castas: las obreras, los zánganos y la abeja reina. Las abejas que se ven comúnmente son las obreras, que también constituye la parte más numerosa de la colonia. El grupo de colmenas dispuesto en el terreno por un apicultor se denomina apiario.
PRODUCTOS PRODUCIDOS POR LAS ABEJAS
La miel es un fluido dulce y viscoso producido por las abejas a partir del néctar de las flores o de secreciones de partes vivas de plantas o de excreciones de insectos chupadores de plantas. Las abejas lo recogen, transforman y combinan con la enzima invertasa que contiene la saliva de las abejas y lo almacenan en los panales donde madura. Además la miel es una secreción que fue consumida anteriormente por estas.
La jalea real es una sustancia segregada por las glándulas hipofaríngeas de la cabeza de abejas obreras jóvenes, de entre 5 y 15 días, que mezcla con secreciones estomacales y que sirve de alimento a todas las larvas durante los primeros tres días de vida. Sólo la abeja reina y las larvas de celdas reales que darán origen a una nueva reina son siempre alimentadas con jalea real. Es una masa viscosa de un suave color amarillo y sabor ácido.
El propóleos (gr. própolis) es una sustancia que obtienen las abejas de las yemas de los árboles y que luego procesan en la colmena, convirtiéndola en un potente antibiótico1 con el que cubren las paredes de la colmena, con el fin de combatir las bacterias, virus y hongos que puedan afectarla.
Entre las propiedades medicinales que se le reconocen a este producto están:
• Antibióticas (bactericida y fungicida).
• Antivirales.
• Antitumorales.
• Cicatrizantes.
• Antiinflamatorias.
• Analgésicas.
• Antialérgicas.
• Epitelizantes.
• Anestésicas.
• Inmunoestimulantes.